Máscara del carnaval de Venecia. |
El
martes de carnaval es el día más festejado de aquéllos en los que se
evocan éstas antiquísimas fiestas. Su celebración varía de año en año,
pues tiene que preceder al llamado miércoles de ceniza, jornada que abre
el ciclo cuaresmal de los 40 días que preceden al Domingo de Ramos –
que este año 2013 será el 24 de marzo-, fiesta movible de acuerdo con la
primera luna llena de la primavera que rige el día de la Pascua de
Resurrección, siete días después.
Bien
es cierto que en algunas poblaciones las fiestas de carnaval se
celebran desde hace años sin atenerse matemáticamente a estas fechas
preestablecidas, dado que vemos su convocatoria hasta un mes después de
los días que les corresponden; la razón es que los carnavales de las
diversas localidades no coincidan en una misma jornada.
El
origen de los carnavales o carnestolendas echa sus raíces en la Edad
Media, muy rígida en cuestiones de ayunos, penitencias y cumplimientos
religiosos. Puesto que se imponían 40 días de inflexible religiosidad y
de prohibición absoluta de comer carne, el pueblo decidió apurar los
días previos para fiestas y regocijos varios. Del latín medieval
“carnelevale” que significaba “quitar la carne”, surgió el nombre dado a
estos días. Es, sin duda, la fiesta pagana que más pueblos celebran a
lo largo de todo el mundo. La intransigencia religiosa y política
siempre se llevó mal con el carnaval e hizo cuanto estaba de su mano
para prohibirlo, silenciarlo, amedrentarlo o aminorar su influencia. El
aparente desorden social reinante en estas fechas siempre fue temido por
las autoridades.
¿No
es curioso que el martes de carnaval se “entierre” una sardina
simbólica en vez de una gallina, por ejemplo? Venía ésta a ser una
especie de pública protesta cuya finalidad era subvertir el orden que
debía regir a partir de esa fecha, puesto que durante los 40 días
siguientes el pescado pasaba a ser el rey obligatorio en la mesa. En
tiempos pretéritos estaban prohibidos hasta los lácteos -un rigor
extremo-, y el ayuno y abstinencia regían diariamente hasta que se ponía
el sol, pues -a partir de ese momento-, se permitía una comida suave
llamada “colación”. Pero ¿por qué se prohibían también los lácteos?
Veamos qué le escribió San Gregorio a San Agustín de Cantorbery: “Nos
abstenemos de carne y de todo aquello que viene de la carne,
como la leche y los huevos”; de forma que los derivados como el queso y
la mantequilla entraban también en la prohibición. A veces a cambio de
un estipendio económico para una obra eclesial o de caridad se permitía
tomar alguno de esos alimentos. Así no es de extrañar que hasta una de
las torres de la impresionante catedral francesa de Rouen sea conocida
como “Torre de la Mantequilla”. Y de ahí, las conocidas fiestas de los
huevos de Pascua, como las de los “Huevos Pintos” en Pola de Siero y
Sama, originadas en la acumulación domiciliaria de huevos durante la
cuaresma.
Nuestros
antepasados estuvieron obligados a guardar abstinencia todos los
viernes del año, así como ayuno en la víspera de muchas otras
festividades a lo largo del mismo, ¿o no sigue siendo costumbre comer
besugo el día de Nochebuena? La víspera de Navidad no se podía comer
carne. Algunos recordarán que la Iglesia distribuía entre sus fieles un
documento al que llamaban “Bula de la Santa Cruzada”, una especie de
indulto que liberaba a quien la adquiría de algunas de las 52 jornadas
sólo de abstinencia y otras 24 más que también lo eran de ayuno a lo
largo del año, además permitía comer huevos, leche y sus derivados; a
cambio se pagaba un estipendio que iba entre una y diez pesetas-. Por
supuesto que había dispensas para niños, ancianos y enfermos. Este tema
de las bulas daría para un muy largo comentario pues –incluso- hasta
había bulas para difuntos, las cuales otorgaban indulgencias para
personas fallecidas. Así fue hasta hace menos de 50 años. La sociedad va
evolucionando y las mentes tridentinas e inquisitoriales han sido
barridas hasta casi de la memoria colectiva.
Fran Rozada.
Cronista oficial de Parres
Tomado de su artículo "febrero" en www.arriondas.com
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